NACIONALISMOS Y PRESUPUESTOS GENERALES

Tras el previsto fracaso de Ibarretxe con su proyecto de ley de consulta, anulado por el Tribunal Constitucional, el PNV trabaja ya sobre la alternativa de un nuevo plan soberanista al margen del lendakari.

Ibarretxe ha sufrido un fuerte desgaste con su empecinamiento en sacar adelante su particular ley, que ya nació muerta por inconstitucional, y es cuestionado dentro de su propio partido en el que ya se le considera amortizado y donde cada vez aumentan más quienes no quieren que sea otra vez candidato.

No ha gustado, dentro del PNV, la irresponsabilidad mostrada por el mandatario peneuvista al tratar de sacar adelante una ley inconsistente, poco elaborada y mal asesorada, que sólo ha supuesto un desgaste de fuerza inútil y un alarde personal de su incompetencia. De este tipo de aventuras es muy difícil salir políticamente ileso. Por eso, el PNV propondrá otro proyecto soberanista mejor elaborado, al que tratará de dar apariencia legal.

Este proyecto será estudiado y redactado por un comité de expertos compuesto por catedráticos, abogados y algún periodista y se pretende dar al texto resultante una apariencia de legalidad basada en los derechos históricos recogidos en la Constitución. Estos trabajos serán supervisados por el Euzkadi Buru Batzar (EBB), máxima institución legislativa vasca, que desde hace tiempo sabía que los planes de Ibarretxe fracasarían.

En la actualidad se dan mejores condiciones para que este nuevo proyecto pueda salir adelante, aunque su discusión pueda resultar larga y no carente de reformas y correcciones previas a su publicación definitiva.

El Gobierno de España trabaja contra el reloj para buscar los siete apoyos que necesita para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado, y seis de ellos pueden serles proporcionados por el PNV. La factura para estos apoyos se puede imaginar sin esfuerzo. Hoy por hoy, el máximo interés del PNV es llevar adelante su ley soberanista y, tal como quedó patente en el pleno del Congreso de los Diputados, durante la intervención de Zapatero sobre la Crisis, aunque el partido vasco no esté de acuerdo con la política económica del Gobierno, estaría dispuesto a apoyar estos presupuestos a cambio de “manga ancha”.

Si esto llegase a producirse, estaríamos ante una nueva claudicación de Zapatero y su gobierno a las demandas soberanistas vascas, de las que depende para llevar adelante sus proyectos. Todo ello es consustancial a la política del PNV donde sólo se busca el bien particular, ajeno a la estabilidad y prosperidad general del conjunto del país.

Como ayer proclamaba ante los medios de comunicación el presidente del PP, Mariano Rajoy, los Presupuestos Generales del Estado se han convertido en un auténtico y vergonzoso “cambio de cromos”.

Bien es cierto que a Zapatero –quien como en el juego de las chapas es el que tiene la banca- le quedan otras alternativas, pero el pago de las facturas habría que hacerlo en las mismas especies, es decir, con trozos de la soberanía de España, porque esas otras alternativas serían del mismo ramo nacionalista y soberanista.

Hablamos de CiU, ERC, o la misma Coalición Canaria. Todos ellos conocen la necesidad y la gran importancia que tiene para Zapatero salir ganador con la aprobación de los Presupuestos Generales. Lo saben bien y el precio lo ponen alto, quizá demasiado alto y costoso para España que, al final, es la auténtica “pagana”.

A veces se pregunta a alguien: ¿Qué le pedirías tú, si pudieras, a Zapatero? Unos contestan: que me suba la pensión, que bajen los intereses de la hipoteca, que baje el precio de la gasolina, que haga algo para acabar con el paro, que mejore la sanidad y la educación, etc., etc…

Yo, sólo le pediría que mirase para España. Que siempre tuviera a España por encima de todo. Simplemente con eso se conseguiría lo anterior.

Simplemente con eso. Fíjense que fácil y no son capaces…