martes, 8 de noviembre de 2011

EL DEBATE (No hay foto)



El día después del "debate” (porque lo de ayer ha sido el DEBATE por antonomasia), ha dejado un sabor agridulce en la opinión pública. Ha sido como el "Parto de los Montes". La montaña gritaba, daba grandes alaridos de dolor para, al poco tiempo, parir un ratón...Nada se ha parido aquí. No hay nada nuevo bajo el sol.

Yo he querido esperar, escuchar, leer y ver las distintas reacciones antes de dar mi humilde opinión. Opinión que no voy a complicar en lo más mínimo. Para ello he buscado, he pensado en un símil. Y he querido que tuviera ciertas connotaciones humorísticas y que, a la vez, reflejaran el sentimiento que a mí, particularmente, me ha quedado de ese sainete.

No voy a manifestar quien, para mí, ha ganado el debate. Y no lo hago porque eso es lo de menos. La falta de seriedad, independencia y vergonzoso sectarismo de la prensa nacional ya lo han hecho patente. ¿Entonces? ¿Qué importa lo que yo opine?

Para mí, el tan traído y llevado debate, (que yo me tragué como casi doce millones de españolitos tontos y manipulados) se me figuró como una subasta en una galería de arte.

En este tipo de eventos se ofrecen en subasta pública obras a las que tratan de acceder personas con los bolsillos repletos de euros. Personas que aprecian el arte (o simplemente nuevos ricos) que quieren, si pueden, tener entre sus pertenencias alguna pieza única o, al menos, de cierto relieve, aunque no se sepan nada sobre ella. Saben, como mucho, que forma parte de la cultura o historia de su país, o de otros países. Que tiene un cierto valor y que merece la pena tenerla en casa.

Esos son los que pujan, a los que de verdad les interesa la subasta. Por el contrario, también van gentes a las que poco, o nada, les atrae el arte y su sólo objetivo es “tumbar” o “reventar” la subasta.

En esas subastas siempre hay alguien que se hace notar y, mientras los servicios de seguridad reaccionan, pueden llegar a manifestar en alta voz, que la pieza es falsa o que, simplemente es un churro sin ningún valor.

Los marchantes, los, en principio, interesados en la compra, empiezan a recular, a recelar y a retraerse de su interés en la adquisición de la obra. Es que tampoco tienen mucha idea de lo que están haciendo allí y por si a caso……..dejan la puja y esperan nuevas oportunidades.

Bien, pues eso es, ni más menos, lo que ayer intentó hacer Rubalcaba con el debate: tronarle, reventarle. Rubalcaba no llevaba dinero, ni chequera. Todo lo lleva gastado en “voladores” para las fiestas. Pujar por un arte, el arte de gobernar España, como el arte de gobernar cualquier país del mundo civilizado, requiere, cuando menos, tener unos mínimos conocimientos del arte. Rubalcaba es un “raquero” ¿Saben lo que es un raquero…? Pues algún día se lo contaré yo, no se preocupen. Es un “raquero” y, como tal se ha comportado.

No llevaba nada que aportar en la subasta del gobierno de España. Llevaba un saco de incongruencias y desgastes. Llevaba un saco de mierda, cargado con cinco millones de parados y una España que se rompe y le sale por los costados.
Pero no traía nada más. Ni ideas, ni soluciones. Pero sí mala hostia. Era como un torero que, ante el miedo al toro se metía en un burladero y gritaba desde lejos: ¡¡¡Jeje…Jejeje…..!!! Hasta que el toro, en un descuido, le garró por los atrases….Es que tenía que salir al ruedo y, claro, si ahí no dominas el terreno, el toro te pilla. ¡¡Claro, claro....!!