sábado, 22 de octubre de 2011

LIBIA DESPUÉS DE GADAFI

"Buscar la unanimidad por la violencia es labor baldía"

(Pío Baroja)

Hace tres días nos sorprendía la noticia de la captura y posterior asesinato de Muamar el Gadafi, exdictador libio durante más de cuarenta años. Quien era Gadafi es sobradamente conocido, y que gran parte del mundo occidental e, incluso, algunos países árabes deseaban su caída, no es ningún secreto. Mal empieza la revolución que acabó con el sátrapa libio porque ¿qué se puede esperar de unos revolucionarios que, supuestamente, quieren cambiar su país empleando los mismos métodos que el régimen derrocado?

El asesinato de Gadafi ha privado a los tribunales internacionales de ejercer la pertinente justicia contra uno de los grandes criminales de la edad contemporánea y ha supuesto un borrón más en la carrera de excesos que está llevando a cabo el llamado Consejo Nacional de Transición (CNT). Por eso, la pregunta que muchos se hacen es ¿qué será Libia después de Gadafi? ¿Que sistema político van a adoptar?

No es nada fácil instaurar un sistema democrático al estilo occidental en un país como Libia, ni en ninguno del resto de países árabes, porque muchos de ellos viven en la actualidad bajo unos regímenes prácticamente medievales. No es fácil saltar, desde esos sistemas, a una democracia como en occidente se entiende la democracia, de la noche a la maña. Más que difícil, es imposible.

Libia es un país de poco más de seis millones de habitantes, pero muy diseminados en tribus y clanes que, cada uno por sí, quieren ejercer sus propia influencia dentro del país. No es fácil, entonces, la unión para sacar a Libia adelante. El Consejo Nacional de Transición tiene una ardua labor por delante y va a tener que superar muchas dificultades para ir haciendo camino hacia una incipiente democracia.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmaba el día que se conoció la muerte de Gadafi que "Libia cierra un doloroso y trágico capítulo de su historia y da paso a la reconciliación nacional y al respeto por los derechos humanos. Es el momento de la reconstrucción y no de la venganza".

Un encomiable deseo que todos, sin duda, compartimos. Pero, de momento, es sólo un deseo. Veremos por donde sopla el viento.

viernes, 21 de octubre de 2011

COMUNICADO DE ETA. YO NO TRAGO


Hoy no es un día para volverse loco ni para echar, alegremente, las campanas al vuelo. Es un día para la serenidad y para la seriedad. Es un día al que le debemos dedicar unas horas de meditación y de reflexión, de análisis serio y sereno, a la conceptualización de las palabras que conforman el tan cacareado comunicado de ETA en el que anuncia el cese de su actividad armada.

Un refrán popular dice que "el que pierde una vaca y encuentra un cuerno, no lo pierde todo" y aquí, de alguna manera, podemos aplicar esta filosofía. Lo que ocurre es que con un cuerno, la cabaña queda igual de huérfana. Es mejor que ETA deje de matar a que siga con su beligerancia amargando la vida de muchos españoles pero, indudablemente, esto no es suficiente.

Desde ayer se han dicho y se han escrito muchas cosas, coherentes e incoherentes; optimistas y pesimistas; interesadas y desinteresadas. Se ha hablado y escrito mucho sin pensar ni analizar. ¿Quien tiene razón? Eso, el tiempo nos lo contará. Yo, por mi parte sólo pretendo aquí, como otros ya lo han hecho, exponer mi opinión y criterio, después de haber escuchado las primeras opiniones de los supuestos expertos que han inundado los periodicos, las televisiones y las cadenas de radio, de conceptos contradictorios y poco meditados.

Lo primero que quiero dejar claro es mi incondicional adhesión a todas las victimas que esta banda de asesinos dejó sembradas por el suelo español, tanto muertos como heridos marcados de por vida.

Quiero, asimismo, manifestar mi escepticismo sobre el comunicado de ETA. Una vez leído y releído, yo interpreto sus intenciones simplemente como una de tantas treguas que los asesinos han venido ofreciendo a traves de su sangrienta historia y que ellos mismos, una vez rearmadados y reorganizados se encargaron de violar.

ETA no se rinde ni se disuelve; ni entrega las armas ni se arrepiente de nada; no pide perdón y, si me apuran, se presentan como víctimas de una guerra de opresión que ha venido a justificar sus actividades criminales. Si han leído detenidamente su asqueroso comunicado, habrán podido sacar en conclusión que todo lo expuesto está condicionado a un "proceso de diálogo entre los gobiernos de España y Francia para abrir un proceso de diálogo directo que tenga por objetivo la resolución de las consecuencias del conflicto y, así, la superaciconfrontación armada". ¿Confrontación armada? ¿Esto que quiere decir? Yo interpreto que si este llamado por ellos "proceso de diálogo" no llega a producirse, se iría al traste el cese de la actividad armada.

Después de la trayectoria macabra, falsa y asquerosa de esta banda de asesinos durante más de cuarenta años ¿quien puede creerles nada? Y, sin ponerlos, ni mucho menos, a su mismo nivel ¿quien puede creer a ningún gobierno en cuestiones como ésta, cuando han dicho pocas o ninguna verdad?

¿Cómo puede decir el, posiblemente, nuevo presidente del gobierno de España, don Mariano Rajoy, que toda esta "generosidad" de ETA, es gratis; que no va a tener ninguna concesión? Es que aquí, unos matan y mutilan, roban y extorsionan y otros te llaman gilipollas. Eso sí, de forma muy sutil.

Lo siento, pero no me lo creo. Es más, creo que es otra trampa que se vuelve a tragar no sé por qué razón. ¿Hay algún interés oculto? Siempre he pensado que sí.

Bien, este es mi criterio que no pretendo que compartan ni que acepten. Es el mío, el cual expongo al amparo de mi derecho, como español, a la libertad de expresión.

miércoles, 19 de octubre de 2011

NO MERECEMOS LA MENTIRA




("España no se merece un Gobierno que mienta")

(Alfredo Pérez Rubalcaba)



Estamos justamente a un mes de las elecciones generales y, sin haber empezado oficialmente la campaña, uno ya empieza a burrirse o a indignarse (cosa que está hoy muy de moda) no ya tanto por las manifestaciones de los candidatos, que también, sino por las opiniones de los supuestos expertos, de los analistas políticos, de los "entendedios" y de los peones de brega que realizan y manipulan encuestas que nadie sabe hasta que punto son de fíar ni para que sirven, salvo para revolver la cabeza a los llamados "indecisos", esa gran masa que inclina la balanza en los resultados finales. Las opiniones son muy diversas y los resultados augurados vienen marcados depende del cristal con que se observen las cosas.

Hay algo que a mi me llama, particularmente, la atención. Los candidatos ya vienen anticipando en esta precampaña algunos de los puntos básicos de sus respectivos programas. No concretan nada, pero avanzan ideas. Unos más que otros. Todo depende de la cara dura que ostenten o de la capacidad que tengan para mentir y para engañar a este pobre electorado. La opinión de muchos de esos supuestos expertos es que, contrariamente al candidado socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, el candidato popular Mariano Rajoy no tiene programa, no concreta nada. Hace pocos días, el periodista y escritor Alfonso Ussía, comentaba en una cadena de televisión que el discurso de Rubalcaba es como un verso antiguo que no se ajusta a la métrica, ni a la musicalidad ni a los conceptos de vanguardia. El de Rajoy lo comparaba con un verso "gallego", que lo lees quince veces y no sabes lo que quiere decir.

Ante esto, yo creo que se impone un analisis y una meditación seria. El candidadto Rubalcaba promete a bombo y platillo, y con una cara más dura que el granito, hacer todo lo que no ha hecho durante ocho años el gobierno del que ha formado parte en los puestos de mayor responsabilidad, salvo la presidencia de este gobierno. Va a crear empleo, depués de haber destruído casi cinco millones de puestos de trabajo. Va a reactivar la economía y el sistema financiero del país, después de haberlo dejado en los parámetros más bajos desde el final de la Guerra Civil del 36. Confeccionará una nueva Ley de Educación, porque la actual no funciona, y se olvida de que él mismo es el máximo responsable de la Ley en vigor. Y más y más maravillas que, como si hubiese recibido del golpe y porrazo "ciencia infusa", ha comprendido como solucionar los muchos y graves problemas que sufre España. Pretende aplicar, para la solución de estos problemas, muchas de las propuestas dimanadas de los bancos de la oposición que, en su día, fueron olímpcamente despreciadas por un gobierno inutil y prepotente, en muchos casos, merced a sus propios consejos.

Por su parte, Mariano Rajoy, no promete cosas que no puede prometer. Si llega a la Moncloa, ignora lo que se va a encontrar, ni sabe el saldo de las cuentas públicas. Eso da lugar a que se le critique con dureza y se le acuse de falta de programa, sin embargo, las encuestas de que hablaba al principio, le adjudican una ámplia mayoría absoluta.

Hay que preguntarse, ante esta coyuntura, que es mejor: ¿un candidato que miente (España no se merece un gobierno que mienta, Rubalcaba dixit) o un candidato honrado que, al menos, no llega a estas elecciones con intención de engañar, ni promete cosas que no sabe si va a poder cumplir.

Churchil, en plena Segunda Guerra Mundial, cuando la invasión de Inglaterra por los Nazis, lo único que prometio al pueblo británico fue "sangre, sudor y lágrimas". Un ejemplo para el mundo que se lo reconoció sin paliativos. Cierto es que, terminada la Guerra, el pueblo le volvió la espalda en las urnas.

¿Es posible que a los españoles nos guste que nos mientan, que nos regalen el oído? ¿Es posible que hayamos apredido tan poco? ¿Es posible que haya gentes orgullosas de que seamos el "hazmereir" de Europa?

Ante alguien que miente, o ante el "verso gallego" que aunque lo leas quince veces no te enteras de lo que quiere decir, para mi la cosa está clara: quien miente, nada te va a dar, o te dará más de lo mismo. Quien no promete bicocas imposibles y que sólo ofrece trabajo y seriedad, como ya lo demostraron en otras ocasiones, es más de fíar. Yo seguiré leyendo el verso hasta que lo comprenda. Cada quien que haga lo que quiera.

viernes, 14 de octubre de 2011

ENIGMAS


La vida nos presenta enigmas, cosas extrañas. Cosas o situaciones que para algunos pueden presentar normalidad absoluta y considerarlas lógicas y explicables, pero que para los más torpes, como el que suscribe, que no tenemos mucho alcance de comprensión, no nos cuadran del todo.


Siempre me han gustado esos libros que te entrenienen y que, como de cada libro, aprendes algo. Son esos libros que en capítulos breves recogen y explican (más o menos) enigmas de la Historia, y a los que te agarras cuando no tienes ganas de leer algo más profundo o complicado.

En nuestros tiempos (ahora mismo) se dan enigmas de este tipo; unos menos preocupantes que otros, pero enigmas al fin, cosas extrañas. Les pongo algún ejemplo de los que a mi me llaman la atención:

-La reciente boda de la Duquesa de Alba con don Alfonso Díaz. La verdad es que no me preocupa, ni me quita el sueño, pero es raro.
-Las casas del ministro de Fomento, don José (Pepiño) Blanco, y su entrevista para asuntos privados (por supuesto) con un empresario gallego en una gasolinera. ¿Es raro, no? Además no quiere comparecer ni dar explicaciones, con todo lo que largó esa lenguita suya.
-¿Cómo ha podido don José Luis Rodriguez Zapatero, llegar a ser presidente del Gobierno de España? Bueno, de situaciones similares nos da buena cuenta nuestra historia.
-¿Cómo personas como Bibiana Aido y Leyre Pajín (por poner sólo dos ejemplos), han podido llegar a ser ministras. Aquí, nuestra historia también nos ofrece ejemplos.
-¿Cómo llegó España a alcanzar la cifra de casi cinco millones de parados? ¿No sería la mala gestión de los Reyes Godos?
-¿Cómo aceptó Rubalcaba, que tiene fama de ser superinteligente, la candidatura a la Presidencia del Gobierno, por el PSOE, teniento la certeza de que va a ser derrotado en las urnas?
-¿Cómo altos directivos, que han hundido con su nefasta gestión, las Cajas de Ahorro que representaban, y que tendrán que ser saneadas con dinero público, se pueden apropiar y repartir más de 100 millones de euros, procedentes del patrimonio de estas Cajas, y aún no estén, no ya en la cárcel, sino bajo proceso judicial?

Bien, éstos son sólo algunos de esos enigmas modernos que algún curioso escritor o investigador, espero que un día nos aclare.

Esta es la España de los enigmas, de las maravillas, de los sinvergüenzas y de los gilipollas. Entre los últimos me incluyo yo.

OTOÑO



Tierra extraña la que configura nuestro norte peninsular. Cuando, finalizado el verano, el otoño da paso a los colores ocres que se apoderan de los arboles en los bosques de nuestros valles, aquí nos regalamos un veranillo con una chulería inigualable. Así es este norte precioso.

Nada tengo yo que objetar, amigo como soy del sol y de los días luminosos, simplemente es que esta tierra nuestra nunca deja de sorprendernos y, además, me temo como probable que no vayamos a poder disfrutar de las peculiaridades del otoño, de su color siena, de su misterio y de sus días calmados. Pero no tengo prisa, como alguien escribió, en ver humillados los verdes del verano y ver nacer la melancolía del otoño.

Las playas ya están vacías porque alguien, político por supuesto, ha puesto fecha oficial al final de la temporada de baños marinos. Ya en Octubre de 1927, el genial poeta y periodista cántabro, José del Río Sáinz (Pick), escribía en uno de sus magistrales artículos en el desaparecido diario “La Voz de Cantabria” que, en Santander se acababa el verano y llegaba el otoño, cuando se marchaba la Familia Real.

Cualquier pueblo que contase con la belleza de nuestras playas, prolongaría la temporada estival todo lo que las lluvias y el Nordeste lo permitieran.

Tierra extraña, si. Pero tierra rica en paisajes, en leyendas y en mitología preciosa y entrañable. Las regiones que la componen: Galicia, Asturias, Cantabria y Vascongadas, comparte mucho juntas. Comparten historia, mar, montañas y mucha climatología adversa durante gran parte del año. Por eso, mientras más tarde en llegar esa climatología adversa que nos acompañará durante un largo invierno, mejor que mejor.

A las gentes del norte siempre nos ha unido el bravo Cantábrico. Ante esa magnitud, no hay gallegos, ni asturianos, ni cántabros ni vascos. Hay sólo unos hombres que luchan, que conviven, que saben de solidaridad y de sufrimientos en las honduras y en las playas, en las tormentas y en las calmas, en la taberna marinera de las costas o en la tasca de la alta montaña. Sin importar que cubre su cabeza, si boina, si montera o si chapela. Hombres que, en el mar, comparten el llorar de las tolinas y, en el monte, las berreas de los corzos.

Porque también la tierra nos une, aunque nuestro carácter se haga más solidario en el mar. La tierra, esa tierra a la que se sujetan los árboles, a la que se agarran como garfios los olmos, los tilos, los castaños, las hayas, esas hayas donde no ha muchos años era una delicia oír el canto del urogallo.

Puede que todas las estaciones del año puedan ser consideradas de “transición” pero si alguna de ellas se merece este calificativo, esa es el otoño. Una estación de transición hacia la tristeza de un invierno duro y largo. Transición desde la alegría, también, hacia una realidad que, quizá, ya teníamos algo olvidada por las despreocupaciones estivales, por el alegre abandono sobre los arenales, y que se nos va mostrar con toda su crudeza.

Para colmo, la guinda en el centro del pastel la pondrán unas elecciones generales que no nos van a traer ninguna ilusión y que quizá abunden más en nuestro pesimismo.

Ya, hoy mismo, se notaba el Nordeste y la bajada de temperaturas. Ya empieza a oler a melancolía, y a sentirse frío.

jueves, 13 de octubre de 2011

LOS TONTOS DEL BOTE



De todo lo que leo los fines de semana en los medios impresos, me quedo hoy con este artículo de Arturo Pérez Reverte, publicado en XLSemanal.

A mi, como ya muchos amigos saben, me ha sido retirado el carné de conducir por un año y me han soplado mil euros de multa que, merced al informe de la Guardia Civil que decía que no mostraba síntomas de embriaguez, me permitió la señora fiscal pagarlos a 150 euros al mes, con la advertencia prévia de que si no abonaba las cuotas en tiempo, tendría dos días de arresto domiciliario.

Yo no sobrepasé ninguna raya contínua, ni puse en peligro la vida de nadie. Mi delito, porque constituye delito, fue dar una tasa de 0,60 de alcohol, cuando regresaba de dejar a mi esposa del Centro de Artesanía de Poo de Llanes. Control rutinario. Control que se suele hacer sobre las personas normales..

Me gustaría que leyeran este artículo de Pérez Reverte. Algunos, esos que se la agarran con papel de fumar, quizá se escandalicen por el leguaje del académico, pero estoy seguro que el personaje que describe Pérez Reverte puede corresponder, perfectamente, a su hijo. De él, también estoy seguro, no se van a escandalizar nunca. El niño tiene derecho a todo. Y si es un "jeta", con más motivo....

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