viernes, 31 de octubre de 2008

NOCHE DE DIFUNTOS

Cuando yo era muy joven, descubrí en la biblioteca del colegio un pequeño libro de Gustavo Adolfo Bécquer. Aquél librillo contenía sólo algunas de sus leyendas, pues otras las fui conociendo en posteriores ediciones que llegaron a mis manos.

Aquella tarde, que recuerdo lluviosa e invernal (quizá fuera por estas mismas fechas) comencé su lectura por la primera leyenda que el libro recogía: "El Monte de Las Ánimas".Yo, desconocía estas preciosas leyendas de Bécquer, pues hasta entonces sólo había leído algunas de sus rimas, y he de confensar que a mí, dado por naturaleza a lo misterioso, me entusiasmaron.

Volví tarde tras tarde a la destartalada y poco dotada biblioteca, hasta que terminé de leer el pequeño libro.

Pasado el tiempo pude comprarme una edición de las obras completas del poeta romántico, donde se recogían sus "Rimas y Leyendas" y también otros escritos menos conocidos. Más tarde conseguí otro libro con sus "Cartas desde mi celda" en las que también el autor se sumerge en viejas tradiciones aragonesas y castellanas y donde nos cuenta la historia de las "Brujas de Trasmoz".

No sé si habrá pasado algún año desde aquella mi primera lectura, en que, en una noche como esta, de difuntos, no haya vuelto a releer la narración de "El Monte de las Ánimas". Para mí es casi como un ritual, y nunca me cansa. Siempre la encuentro novedosa en algunos aspectos, y siempre me dejo llevar por su misterio y su belleza descriptiva.

Hoy también la leeré. La tengo aquí a mi lado en una edición sencilla para que no me incomode en la cama. Además su letra es un poco grande, que ya se van notando los problemas de enfoque visual, al leer con luz eléctrica.

Hoy me gustaría soñar con las nieves del Moncayo, con templarios descarnados pero cubiertos con su hábito blanco impecable, como auténticos fantasmas de una noche interminable, llena de magia y horror a la vez. Escucharé, si me llega la imaginación, los cascos de los caballos golpear sobre las estrechas y empedradas calles de Soria y los cuernos de los cazadores llamando a retirada.

"Hoy es noche de difuntos y dentro de poco sonará la oración en los Templarios, y las ánimas de los caballeros difuntos comenzarán a tañer su campana en la capilla del monte: del Monte de las Ánimas".