martes, 7 de octubre de 2008

¿QUIEN MANEJA HOY EL MUNDO?


(Emblema de la "Comisión Trilateral")

¿Quién maneja, en realidad, el mundo? Me hago esta pregunta porque ante una crisis tan generalizada, ya que afecta a más de medio mundo, es difícil llegar a comprender la situación que, más lógico sería, pudiera afectar a determinadas naciones que no han llevado a cabo políticas adecuadas en el ámbito económico, pero no como digo, a medio mundo cuyos países están cayendo por efecto dominó uno tras otro.

Quizá la afectación de la crisis económica a esta gran parcela del mundo sea consecuencia del fenómeno que conocemos por globalización, que según algunos analistas está enterrando el concepto de estado, y cualquier movimiento en sentido negativo afecta a todos los países industrializados y más ricos del planeta. Estos analistas inciden en que los poderes ejecutivos nacionales han perdido su capacidad de decisión política y se han convertido en meros gestores administrativos.

Por eso, un mundo globalizado debe tener, por fuerza, alguien que le maneje y, también, alguien o algo que origine los grandes movimientos mundiales en sus diversos ámbitos o sectores, y en cualquier sentido.

Esa es la causa de que yo me haga esa pregunta: ¿Quién gobierna el mundo? Y no descarto la posibilidad de que, quizá, me esté introduciendo en un mundo de ciencia ficción política totalmente ajeno a la realidad, y que existan razones más simples para explicar estos hechos.

Existen en el Orden Mundial organismos con un inmenso poder de decisión y de intervención, más o menos conocidos y con más o menos transparentes actividades o misiones, como son El Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), la Organización Mundial de Comercio (OMC), el Foro Económico Mundial (FEM), de las que poco se conoce a nivel de calle dado que sus actividades se desarrollan en el ámbito de la alta política y de las importantísimas decisiones mundiales.

Desde que se ha declarado la actual crisis económica, poco se ha oído ni leído sobre la implicación de estas organizaciones, tanto en el origen de la crisis como en las medidas adoptadas por los distintos países para su superación, lo que nos lleva a pensar en ocasiones en un cierto secretismo, propio de las organizaciones que gobiernan al mundo desde las sombras.

Siempre se ha considerado a estas organizaciones como regidoras del mundo, sin embargo, existen otras mucho más poderosas e influyentes, de las que apenas se habla, como es el caso de la Comisión Trilateral.

Esta poderosísima organización nació oficialmente en 1973 -fomentada por Chase Manhattan Bank-, como de carácter privado, y definida por sus ideólogos como “el mayor conjunto de potencias financieras e intelectuales que el mundo haya conocido nunca”.

Tiene tres grandes zonas de actuación en el planeta –de ahí su denominación de Trilateral-: América del Norte (EE.UU y Canadá), Europa y Japón, y para cada zona existe un Comité Ejecutivo que elabora las recetas económicas para cada área. Para ellos no cuentan los países del tercer mundo a los que consideran “zona de rapiña”.

La Trilateral fue pionera en lo que se ha venido a llamar “pensamiento único y globalización” y consideran que, en nuestros días, “el Estado-Nación ha dejado de jugar su papel”. Según uno de sus máximos mandatarios, David Rockefeler, “de lo que se trata es de sustituir la autodeterminación nacional, que se ha practicado durante siglos en el pasado, por la soberanía de una élite de técnicos y de financieros mundiales”.

Es de destacar la discreción con que esta organización actúa. Sus decisiones no se airean y su impacto mediático es muy discreto y es notorio hasta por su emblema, que existe en su seno una cierta tendencia a lo esotérico. Aún así no se la puede catalogar como una sociedad secreta pues sus decisiones y conclusiones se dan a conocer.

Sería muy largo tratar de dar a conocer más aspectos de esta Comisión, que si no maneja el mundo a su antojo, si tiene sobre él una tremenda influencia. Además existen textos que les pueden proporcionar una más completa información. Pero sí considero interesante decir qué personajes españoles forman parte de esta Comisión Trilateral, aún desconociendo sus misiones o cometidos concretos:

Se encuentran en el Comité Ejecutivo, Nemesio Fernández Cuesta, director de Repsol, y el abogado y financiero Antonio Garrigues Walker. Pertenecen, además, a la Trilateral, personajes tales como la banquera Ana Patricia Botín, presidenta ejecutiva de Banesto y miembro de la dirección del grupo Santander; el empresario Alfonso Cortina y el financiero y ex ministro español de Asuntos Exteriores Abel Matutes que, a su vez, es también miembro de la Comisión Europea.

Pero, para sorpresa de algunos, figuran también como miembros Trinidad Jiménez, responsable de exteriores del PSOE y ex candidata socialista al Ayuntamiento de Madrid; el vicepresidente económico del Gobierno y ministro de Hacienda, Pedro Solbes y el actual comisario de la UE para asuntos económicos y monetarios, Joaquín Almunia.

Yo no sé quien, de verdad, maneja el mundo en estos tiempos, pero lo que si parece claro es que los países, al menos en las grandes decisiones que afectan al resto del conjunto del mundo globalizado, cada vez tienen menos capacidad de movimientos, y esta libertad la han ido perdiendo a favor de estas organizaciones.

Con independencia de estos grupos de poder, la economía es la verdadera regidora del mundo, y un país que no sabe manejarla tiene poco futuro, tal y como se observa el porvenir mundial, regido por Dios sabe quien, qué, o quienes.