viernes, 22 de agosto de 2008

ZAPATERO, SIN SALIDA, COMPRA A "ICV"

Si yo fuera el Presidente del Gobierno Español y tuviera diseñada una política de financiación autonómica justa y ajustada a derecho, que fuera equitativa y razonable para todas las Comunidades Autónomas, no sería preciso que los partidos de la oposición pidieran con insistencia mi comparecencia en las Cortes. Sería yo mismo quien tomase la iniciativa y compareciera, con orgullo y suma tranquilidad de conciencia, a exponérsela a sus señorías. Tampoco hubiese sido necesario el alarde de mezquindad mostrado por ZP, ni el bochornoso espectáculo de la compra del representante de ICV, Joan Herrera, para evitarle este compromiso que su cargo le impone.

Si el señor Zapatero tuviese un mínimo de respeto a los 45 millones de españoles, tantas veces engañados y ninguneados por él, que están en el derecho de escuchar de boca de su Presidente los planteamientos políticos encaminados a la solución de uno de los problemas más graves que, en estos momentos, España tiene que afrontar, nos hubiésemos ahorrado los vergonzosos preámbulos a la comparecencia del ministro Solbes a quien ZP le ha cargado el muerto de conseguir que España siga sin entender nada sobre el nuevo modelo de financiación autonómica.

Una vez más Zapatero se agarra, irresponsablemente, a los Nacionalismos para eludir sus más sagradas responsabilidades de gobierno. Ya nos tiene acostumbrados a ello pero no deja de indignarnos y de sorprendernos.

Nunca un partido nacionalista ha vendido su apoyo a bajo precio en este vergonzoso mercantileo político que nos toca soportar. La complicidad del PSOE con los partidos nacionalistas le sale muy cara a España pues no debemos olvidar que cualquier pacto con un partido nacionalista, supone el pago con un trozo de la soberanía española que sólo pertenece al pueblo español y que el señor Zapatero está disponiendo de ella como cuenta corriente a su exclusivo nombre.

La meta de cualquier nacionalismo es fortalecer su autonomía, lo cual implica, ni más ni menos, la debilidad constante y la paulatina pérdida de soberanía del Estado. Pero a Zapatero no le parece elevado el precio siempre que venga a colmar sus expectativas personales y de partido y ello constituye una de las más viles traiciones a la nación que, a través de sus ciudadanos, le ha encargado su custodia y la protección de su integridad.

Podríamos también considerar otras razones para justificar esta espantada del presidente Zapatero. Es posible que vaya siendo consciente de que su credibilidad se ha ido perdiendo y que, contase lo que contase, no iba a encontrar eco en la deteriorada confianza que los españoles, por dos veces, depositaron en él. Mentir sistemáticamente, trae este tipo de consecuencias.

Pero también existe una segunda hipótesis: es posible, y más que probable, que Zapatero no sepa nada al respecto de este nuevo modelo de financiación autonómica. Ha trapicheado tanto con unos y con otros, ha prometido tanto a unos y tan poco a otros, ha ejercido tanto de trilero que yo creo que se ha perdido. Ya no sabe si debe o si le deben.

Solbes, aunque, del mismo modo, tiene perdida en gran parte su credibilidad, por sus paños calientes a la crisis económica que nos afecta, tiene más pasta de contable y, muy probablemente, tenga anotado en sus libros de contabilidad las partidas que dan y las que quitan. Si la tiene, se le caerá la cara de vergüenza al contárnoslo, pero al menos sabrá decir a los españoles quien nos debe y a quien le debemos y, lo más importante, cuales han sido los bienes materiales que hemos puesto (que ha puesto ZP) como garantía de sus “pufos” particulares.

Una vez honradas las víctimas del trágico accidente aéreo de MD-80 de Spanair, ¿por qué no continuará ZP sus vacaciones en Doñana? Aunque caro, nos saldría bastante más barato a los españoles. Además, para lo poco que tiene que hacer, encima se niega. Pues eso…..

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