jueves, 7 de agosto de 2008

NUBARRONES POSVACACIONALES

Dos patatas muy calientes le esperan al Gobierno al incorporarse a sus obligaciones tras las vacaciones estivales. Dos cuestiones en las que va a tener que demostrar su capacidad política y la voluntad, que no puede ser quebrada, de hacer cumplir la Constitución a quien sea y al precio que sea.

Estas dos cuestiones, ya muy candentes, son la consulta preparada por el Gobierno Vasco y la financiación autonómica, que en estos últimos días está siendo caldeada de forma un tanto irresponsable por el gobierno autónomo catalán y, además, socialista.

Aquellos polvos trajeron estos lodos. Desde que llegó al poder el Partido Socialista, tras la matanza del 11-M, su política ha consistido en un ataque permanente, directo o indirecto, a la Constitución, en vergonzosa alianza con los nacionalismos a los que les fue haciendo inconscientes concesiones en detrimento de la soberanía nacional, empujando al país por rumbos muy peligrosos.

Hoy, los nacionalismos, merced a este tipo de concesiones irresponsables, que sólo venían a reforzar una posición partidista al margen de las necesidades del Estado, se ven con autoridad para plantar cara a un Gobierno gastado en poco meses de legislatura, víctima de sus propios errores y débil para afrontar los duros embistes nacionalista.

Ibarretxe no cede en sus pretensiones de convocar un referéndum en Euzkadi, preguntando a su ciudadanía, a las claras, si desea la escisión del Estado español. Ello, por supuesto, es anticonstitucional pero, ¿a quien le importa ahora la constitución después de los ninguneos de los que ha sido objeto? Es difícil pretender ahora hacer observar esta carta magna cuando por intereses de partido se ha estado pasando por el mismísimo forro durante años. La última palabra la tiene el Tribunal Constitucional, pero esto no debería haber llegado hasta aquí, porque el deterioro político que va a originar, se celebre o no el referéndum, va a traer, indudablemente, graves consecuencias.

No es baladí el problema. Más que inteligencia –que no tienen filones de donde obtenerla- le queda ahora al Gobierno demostrar su firmeza y lealtad a España. Hasta ahora, esta firmeza sólo se empleó con los agricultores, con los pescadores gallegos y con los transportistas. Ahora les llega otra oportunidad. Veremos de lo que son capaces.

Por lo que respecta al problema catalán, éste, como no podía ser menos, estriba en la “pela”. “La pela es la pela” y con eso no se juega. Cataluña, por boca de algunos de sus más impresentables representantes, presume de haber quitado el hambre a gran parte de España. Comentarios y actitudes más insolidarias no son fáciles de encontrar.

Lo que la mayorías piensa, y otros creen saber, es lo contrario. Cataluña ha estado recibiendo cantidades importantísimas, en detrimento del resto de España, en pago a sus pactos o apoyos puntuales a un gobierno que les ha bailado el agua hasta límites vergonzosos.

Pero cuando llega la hora de repartir los recursos entre las autonomías, desde un nuevo sistema de financiación, que al ser más ecuánime puede restarle prebendas a Cataluña, los nacionalistas y los socialistas catalanes, ponen el grito en el cielo, sacan pecho y desafían al Gobierno central que se lo tiene bien merecido. La causa es que la ley no ha sido ley para todos hasta ahora, y probablemente seguirá siendo así, Aquí se han venido haciendo leyes a medida del consumidor y ahora se empiezan a pagar las consecuencias.

Salud, fuerza y sabiduría, Sr. Zapatero. Yo se lo deseo. Deseo que usted sepa, con arte, torear a estos Mihuras que asoman ya por la puerta de toriles.

Si usted gana, gana España. Si usted pierde, lo más que le puede pasar es que tenga que irse a casa, pero España puede irse a sitios peores. Eso hemos ganado con esta tropa.

1 comentario:

Por favor, utiliza en tus comentarios la educación y el respeto.