sábado, 30 de agosto de 2008

AL ENEMIGO NI AGUA

En la foto, alcaldesa y vicealcalde de Llanes.

En un reciente comentario en este blog, hablaba yo sobre el ansia de intervencionismo enfermizo que demuestran algunos gobiernos municipales hacia cualquier colectivo vecinal que surge dentro del municipio.

No lo soportan. No son capaces de comprender que este tipo de asociaciones nacen, en su mayoría, para defenderse de las agresiones de que son objeto por parte de sus gobernantes. O sí lo comprenden, y ese ansia de intervencionismo, que a veces se torna en una verdadera fijación por destruirlas, es producto de que no quieren admitir sus errores ni permiten, algo básico en democracia, que surjan personas o colectivos contestatarios a su gestión.

El gobierno municipal de Llanes no es ajeno a esta epidemia, por el contrario, es un ente que refleja claramente los síntomas de esta enfermedad, como los borrachos cuando, cabezonamente, se niegan a admitir que están ebrios.

En las páginas de La Nueva España de hoy mismo (30-8) la Asociación de Vecinos de Celorio “La Hoguera”, acusa al concejal de Cultura (menos mal) del Ayuntamiento de Llanes, José Manuel Herrero, de intentar, presuntamente, coaccionar a este colectivo, negándole ayuda económica para actividades culturales y deportivas. Copio textualmente del citado diario:

“El edil amenazó con retirar cualquier subvención debido a nuestras actividades, opiniones, expresiones públicas y actuaciones, y advirtió que o cambiábamos de actitud o no nos darían lo que se habían comprometido de palabra ni otra ayuda económica de ninguna clase en el futuro, ya que no les gustaba el camino que llevábamos, señalaron los asociados”.

“Esto ocurrió, según “La Hoguera”, en una primera reunión. En la segunda, Herrero manifestó su decepción por haberse hecho público la verdad de lo ocurrido (en el anterior encuentro) ya que para él fue una conversación privada”.

Esto es lo que hay. Tenemos, a través de la prensa, la versión de los responsables de la asociación “La Hoguera” de Celorio, no tenemos la del edil de cultura llanisco.

Por esta razón, pienso yo, el señor Herrero, debe acudir a los medios y defenderse, caso de que pueda, de estas graves acusaciones. En caso contrario, ante la gravedad de los hechos, debería tener el talante y la honradez de dimitir, seguro como estoy de que sus superiores jerárquicos no le van a cesar en sus funciones porque considerarán el hecho como una actuación normal, sin ninguna falta a la responsabilidad ni al respeto debido a determinados vecinos que, pensando o no pensando como ellos, tienen los mismos derechos ciudadanos que los demás.

Esto, un gobierno que ejerce sus funciones desde las más puras esencias de la democracia, jamás lo hubiera hecho, pero el gobierno municipal de Llanes está en las antípodas de esas esencias. Día a día nos lo viene demostrando y aquí no pasa nada. ¡Hay que joderse!

"Al enemigo, ni agua. Al amigo, lo que quiera y, al indiferente, se le aplica la legislación vigente" ¿Estamos?

1 comentario:

  1. ¿Y hay algún político que no esté instalado en esas antípodas?
    Son una casta, una vez situados lo único que les importa es su propio beneficio, medrar, llenar el estómago y los bolsillos.
    Lo que se dice unos auténticos impresentables.

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