jueves, 28 de agosto de 2008

OVIDIO SÁNCHEZ, LO QUE HAY

Alicia Castro Masaveu, renuncia definitivamente a disputar a Ovidio Sánchez la presidencia del PP en Asturias. Mala noticia para esta formación política en la que, he de reconocer, vengo militando desde hace años. Y digo mala noticia porque no es bueno que se postule un sólo candidato y que, además, ese candidato haya perdido ya tres elecciones consecutivas.

Una lectura de este hecho, sin apurar mucho el ingenio, nos daría como resultado la clarísima apatía que dentro del PP asturiano existe desde hace tiempo, y la triste realidad de que nadie mueve un dedo por desterrarla y traer nuevos aires y nuevas esperanzas a esta segunda fuerza política del Principado.

También es cierto que no tiene el partido eso que se ha dado en llamar, desde Martín Villa a esta parte, un “amplio abanico de posibilidades” en lo que se refiere a personas, con el necesario carisma, perfil y agallas, para afrontar un reto tan importante como descabalgar del poder a la banda de Areces, que ya tienen que tener callo en las posaderas, como Gabino de Lorenzo, de tanto sentar tan delicadas partes en las poltronas gubernamentales.

Ese deseado abanico no es ni amplio ni corto, simplemente, no existe. Una vez que Alicia Castro ha renunciado, díganme ustedes cual de las cabezas visibles que se podrían barajar, es mejor que Ovidio, con todo lo que se le puede achacar con sobradas razones.

Hace poco menos de un año, se consideraba al alcalde ovetense, Gabino de Lorenzo, un valor muy aprovechable para dar el paso a candidato a la presidencia del Principado, pero su derrota en las últimas generales, acabó con sus aspiraciones. Ovidio Sánchez, que cedió inteligentemente su puesto al alcalde, no sufrió ningún desgaste, por el contrario, la derrota de de Lorenzo dejó claro que no tiene mayores rivales para dirigir el PP de Asturias.

Y así las cosas ¿qué se puede esperar? Pues poco más que lo que ya hay. En Asturias seguiremos con un PP sin futuro durante otro largo periodo. Las luchas internas seguirán como hasta ahora y el desgaste continuará haciendo sus efectos erosivos. Se seguirán viendo las mismas caras y escuchando los mismos discursos y seguirán perdiéndose elecciones y ayuntamientos emblemáticos. Las juntas locales de menos poder, seguirán desatendidas y perdiendo fuerza. Los militantes, desencantados e ignorados, se entregarán al pasotismo y tendrán bastante con no ser objeto de pitorreos maliciosos.

Y ahora ¿qué van a hacer todas aquellas juntas locales que apostaron por Alicia Castro y clamaban por su candidatura al frente del PP asturiano? Y me hago esta pregunta consciente de que, en política, se pasan facturas y no me cabe duda que desde Oviedo se pasarán. Tienen suficiente tiempo para tomar notas.

Hay quien ha venido a plantear que al PP en Asturias -o más bien, a sus dirigentes- no les interesa ganar y gobernar. Se dice que se encuentran más cómodos en la oposición, pues no asumen mayores responsabilidades y cobran lo mismo.

Es duro llegar a pensar esto. Si yo lo pensara así, ya había solicitado la baja en el partido haría tiempo. Sin embargo, lo que sí se ve claro es que no hay voluntad de ganar, o no se ponen los medios para hacerlo (empezando por los candidatos) o no se sabe ganar, que es peor. Los que están con Ovidio, están bien y ¿para qué correr aventuras? Los que no están bien, no tienen fuerza para constituirse en alternativa pero siguen, como pueden, arrimados al pesebre, nadie mueve un dedo.

Y, así las cosas ¿qué nos queda? Pues, de momento, a aguantar esto que es lo que hay.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, utiliza en tus comentarios la educación y el respeto.