jueves, 24 de julio de 2008

QUERER Y CREER

El Sporting de nuestras ilusiones futbolísticas ya ha comenzado a trabajar de cara a su reestreno en la primera división. Pocas novedades hay en su plantilla que ya calienta motores en las instalaciones de Mareo.

Asturias está pasando por unos años oscuros en lo que al fútbol respecta. Nunca los niveles estuvieron tan bajos, con un Sporting en segunda división durante diez largos años, un Real Oviedo hundido en el oscuro pozo de Tercera y con un sólo representante en la Segunda B, el Marino de Luanco.

Parece que se vislumbra ya alguna luz por tierras gijonesas. El Sporting ha alcanzado ya la ansiada división de honor. El Sporting B, estrena la segunda división en categoría B, se mantiene en la misma el Marino, y parece que el Real Oviedo afronta la ya cercana liga con pretensiones y buenas posibilidades de abandonar una categoría que no le corresponde.

El pasado viernes tuve la oportunidad de hablar con cierta tranquilidad con D. Manuel Vega-Arango, presidente del primer equipo gijonés y repasamos un poco esta malísima racha por la que está pasando el fútbol asturiano.

Le pregunté precisamente por ello, por las razones de esta oscura etapa y si, efectivamente, los éxitos de los clubes gijoneses nos pueden hacer pensar en una pronta recuperación.

A juicio del presidente del Sporting, esta situación requiere un profundo análisis desde la serenidad y desde la cruda realidad. No se hicieron bien las cosas en los pasados años y los resultados y la situación lo reflejan de forma contundente.

Vega-Arango citó en varias ocasiones una de sus máximas que puede aplicarse a cualquier actividad profesional, no sólo al fútbol: “Para alcanzar los objetivos que nos marcamos, lo primero que hay que hacer es quererlos y creerlos”, y piensa el mandatario gijonés, que se ha carecido de fe y de ilusión, aunque omitió, porque dijo no querer realizar comentarios peyorativos sobre nadie, hablar de una evidente mala gestión.

“En algún tiempo se abandonó la filosofía que hoy ya se ha recuperado, del cultivo de la escuela de Mareo, y nos salió muy caro. La ilusión actual es que algún día el Sporting juegue con una plantilla de profesionales asturianos forjados en Mareo, comentó, pero eso, sin duda, no es nada fácil. La Real Sociedad y el Atlético de Bilbao, llevaron esa política y la Real tuvo que renunciar a ella. La mantiene el Bilbao y es un gran mérito”.
Lo que se debe procurar es que cuantos buenos jugadores salgan del semillero de Mareo, sigan jugando en el Sporting y no se desperdiguen por los diferentes clubes españoles, como ha venido ocurriendo hasta ahora”.

Le planteé al presidente, ciertos comentarios que están en la calle sobre el futuro del Sporting. Existe el convencimiento de que si el equipo no refuerza plantilla y no cambia su esquema de hacer fútbol, no se le augura una larga estancia en Primera división.

Vega-Arango mostró su total desacuerdo con esa teoría. “Sobre el Sporting se han quemado muchas apuestas. Hace pocos años se decía que merced a la deuda que mantenía, no le quedaba otro camino que desaparecer. Hoy, esa deuda está normalizada en su totalidad y el Sporting en Primera. Se habían equivocado, una vez más, quienes así pensaban. Todo esto se consiguió porque quisimos hacerlo y creímos en ello. El Sporting se mantuvo permanentemente en Primera durante veintiún años, lo que nos quita el calificativo de novatos en la categoría. Habrá que reforzar la plantilla, no cabe duda, pero lo vamos a hacer con serenidad, no con prisas que puedan llevarnos a cometer errores que después se pagan caros”.

A mí, que soy sportinguista, se me abrió una dulce esperanza al escuchar los razonamientos del presidente. Hoy por hoy, la meta es la permanencia, pero si se sigue queriendo y creyendo, el Sporting puede volver a las glorias pasadas. Apostemos por ello.

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