Una vieja amiga, de mis tiempos al menos, al ritmo de cuyas canciones disfrutamos mucho en aquella otra España, más despreocupada y feliz. La canción que hoy os traigo, la situo muy arriba en mi particular ranking de canciones ya clásicas y preciosas.
A propósito de Las Filipinas: Cuenta el genial Alfonso Ussía en su libro, "Coñones del Reino de España", que el señor duque de Almodovar del Río, don Juan Manuel Sánchez y Gutierrez de Castro, grande de España, comete un error gravísimo. El político liberal, ministro de Estado, manda a pasillos, es decir, echa de su ministerio, al más alto poeta satírico de nuestra Literatura, don Manuel del Palacio, académico, diplomático, fusta de todos y látigo de sí mismo.
El señor duque no complementa su grandeza de España con una estatura conveniente, y es más bien bajito, refilonero, algo taimado y un mucho gruñón. Durante su mandato, España pierde sus últimas colonias en ultramar, y el ministerio de Estado a don Manuel del Palacio, que sin darse importancia... lo resume así:
Le llaman grande, y es chico,/fue ministro porque sí,/y en cuatro meses y pico/perdió a Cuba, a Puerto Rico,/Las Filipinas... y a mí.
Casi, casi, se podría comparar con alguien en el que estoy pensando...
Que tengan muy buena noche, invernal y tormentosa. Hasta mañana si Dios quiere.
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