sábado, 26 de septiembre de 2009

CARTA AL PRESIDENTE DEL GOBIERNO

(Bota militar muy apropiada para viajes de Estado. Garantía dos años..)


Sr. Don José Luis Rodríguez Zapatero:

Le conozco a usted porque hoy por hoy es, tristemente, el presidente del Gobierno de España y sale mucho en la prensa y otros medios de comunicación. De no ser así, es posible que no le conociese de nada y que, ni más ni menos, fuera usted un padre de familia español que estaría pasándolas canutas con esta crisis brutal para tantos españoles a la que usted no es capaz de poner freno porque no sabe, porque no quiere, o porque usted vive en otro mundo, en otra dimensión, y no se entera de lo que pasa por la calle.

Estos días circula por ahí una fotografía que usted y su familia se han sacado con el matrimonio Obama, cuyo esposo, don Barak, ostenta la presidencia de los EE.UU. de América, foto realizada como consecuencia de su presencia en ese país como presidente del Gobierno de España, para intervenir en la ONU y, posteriormente, en la reunión del G-20.

Bajo mi perspectiva política usted no ha dicho en la ONU más que chorradas, y me explico: Desde mi posición de español medio, jubilado, sufridor y otros títulos sin remuneración, a mi me importa un comino su famosa “Alianza de Civilizaciones”. Me importa un huevo lo que pase en Honduras mientras no se arregle la situación, la grave situación, que existe en mi país en tantos aspectos, no sólo en el económico, y me importa el resto de mis atributos, el cambio climático y otras milongas que usted ha cantando, a micrófono abierto, en la Asamblea General de Las Naciones Unidas. Es usted, tal como viene demostrando machaconamente, un inútil en política pero, además, me temo que no sea un padre ejemplar.

Yo nunca criticaré si sus hijas son guapas o feas, si son gordas o flacas o si son altas o bajas. Nunca haré bromas con eso. Yo también soy padre y abuelo y no quiero -y además me parece poco ético- entrar en esas cosas porque, guapos o feos, yo sé lo que es querer a unos hijos que se me antojaban los mejores del mundo.

Usted es padre y, además, presidente del Gobierno español y eso le obliga a muchas cosas. Cuando alguien como usted que va a representar a España al mayor foro internacional existente en la actualidad, como es la ONU, y se lleva a su familia (no sé si a cargo del presupuesto nacional, o por su cuenta) y, además, quiere la “foto” con el más poderoso mandatario de este planeta, no puede pensar sólo en su mujer y en las niñas, tiene que pensar que es usted quien es, de momento, y quiera Dios que por poco tiempo.

Usted y su familia, en ese momento, están representando a las familias españolas, como la familia del sujeto que ostenta la presidencia del Gobierno español y en el sueldo, tanto usted como su familia, llevan la exigencia de presentar una imagen, quizá incómoda, que no les guste, y menos a sus jóvenes hijas, pero que, creo, tienen la obligación de soportar.

Si no sale de usted, debe asesorarse de esos señores (que seguro que en Moncloa tiene más de uno) que dicen que cuidan la imagen de las personas a cuyo servicio están, y que paga el pueblo español, y decirle a sus niñas que no es de recibo sacarse una foto oficial con el presidente de los EE.UU de América y su señora esposa, en botas doctor Martens y otros complementos de auténtica traca.

Sé que los tiempos han cambiado mucho y que aquello que hace no tantos años se llamaba saber estar ya no cotiza en la progresita España, pero debe tener presente que existen aún países donde eso se valora y deben ser respetados.

Eso ya no la hace ni Castro, que últimamente había sustituido el uniforme verde oliva y las botas militares, por el traje, la corbata y cómodos zapatos –al menos para salir al exterior- antes de adoptar el chándal actual que utiliza en su régime hospitalario.

A mí no me ha causado risa la foto en cuestión -la cual ni voy a colgar para ilustrar este comentario- a mi me ha causado, más bien, indignación. Dicen algunos comentaristas políticos que sale usted poco al exterior. Más vale, ya que cada vez que sale la arma.

La próxima vez que usted visite al presidente Obama, si le invita a alguna residencia campestre y lleva usted a las niñas, allí pueden retratarse con la ropa que les apetezca. Como usted cuando va a Doñana.

Conociéndole a usted y viendo todo el jaleo que se ha montado alrededor de la foto de su familia con los Obama, llego hasta pensar si no le vendrá a usted de perillas para que un pueblo pesebril, como es el español, deje de ocuparse de sus sangrantes errores políticos y de la grave situación por la que atraviesa España, merced a los mismos y a su empecinamiento por seguir al frente del Gobierno de España con esa banda de inútiles y tragadores de la que está rodeado.

También podría pensar que la imagen que pudieron haber querido dar sus hijas es una imagen de austeridad, acorde con la situación actual española, y por ello adoptaron, bien asesoradas, aquel estilo que Felipe II, el hombre más poderos de su tiempo, impuso como imagen corporativa en la corte de la católica España y que paseó por el resto de las cancillerías europeas: el negro riguroso de la España cuaresmal. De ser así estaría de acuerdo con ellas pero pienso que su imagen obedece más a unos caprichos juveniles, que usted nunca debió haberles permitido, que a un reflejo responsable de la realidad nacional.

No tiene usted ningún derecho a quejarse de la utilización de esa fotografía, ni muchísimo menos a utilizar las tijeras que tanto presumieron de haber quitado de las manos de los censores franquistas.

Como hoy bien dice el columnista Ignacio Camacho en el diario ABC “La vanidad de posar con el matrimonio Obama ignorando que nada de lo que hace la Casa Blanca permanece en privado y que en el mundo de las redes globales no es posible sujetar la circulación de una imagen…” le ha perdido.

Tenía que habérselo pensado primero y no haber originado este cisco que, vuelvo a pensar, quizá le venga a usted de cine. Pero otra vez que salga con las niñas a visitar a un mandatario extranjero, adviértales, por favor, que van representando a España y no a una fiesta de Halloween.

Atentamente.

2 comentarios:

  1. Creo que Obama le preguntaba a Michelle que dónde era el entierro...
    ZP el chupiprogre no ve mal que su hija aborte sin pedirle permiso a él, pero sí que su imágen se haga pública. Qué pesadilla.

    ResponderEliminar
  2. Don Alfredo, acabo de descubrir su Blog (estoy leyéndome la novela de Agustín de Foxá "Madrid de corte a checa") y un poco de investigación cibernética me ha atraído a su página. Quería felicitarle puesto que muchos de los posts aquí escritos por Vd. me parecen sencillamente geniales.
    Muchas gracias y ánimo.

    ResponderEliminar

Por favor, utiliza en tus comentarios la educación y el respeto.