domingo, 1 de marzo de 2009

CON TXOMIN GOÑI

Me gusta encontrarme, de vez en cuando, con Txomin Goñi por las calles de Llanes o por cualquier otro lugar. Cuando lo hago solemos charlar un ratín, breve, porque este hombre siempre va de prisa y parece que te da corte cortarle el ritmo.

Es un hombre de carácter afable y siempre tiene la risa a flor de boca. Cuando yo no le conocía y oía hablar de él, no podía imaginarme que se tratara de este tipo de persona. Hoy que le conozco un poquito más, me he forjado de él un criterio muy distinto al original y créanme que, para mí, estamos hablando de un hombre bueno y valioso.

Txomin tiene entre manos cantidad de cosas y me imagino que poca ayuda, por eso parece no alcanzarle el tiempo y trata de que éste no le rodee y llegue a morderle la cola.

Hoy, Llanes es como es y está como está pero, sin Txomin y sin Avall, sería mucho peor. Por eso espero que, algún día, Llanes llegue a reconocerle todo su trabajo filantrópico, aunque, estoy seguro, a él eso no le importa. A él le importan sus principios, su trabajo y el bien de la comunidad en la que vive y por la que lucha, muchas veces contra molinos de viento y pellejos de vino, como el caballero de la Mancha.

Pues a Txomin, dentro de pocos días, se le juzgará en Oviedo por unos sucesos ocurridos hace un tiempo en un pleno del ayuntamiento de Llanes, en el que yo estaba presente como concejal. Recuerdo muy bien lo que ocurrió en aquel pleno en el que Txomin se presentó entre el público asistente con una camiseta en cuya parte delantera recogía una frase que decía “La Talá Ilegal”, cuestión que, más tarde, dejaron clara los tribunales de justicia. Ese fue su gran delito.

Recuerdo muy bien como se me revolvió el estómago al ver a este hombre tirado en el suelo y esposado por dos policías locales, por orden y capricho de la señora alcaldesa. Recuerdo la impresión que me causaron aquellos gritos y lamentos que se oían desde una dependencia contigua al salón de plenos, donde le tenían custodiado mientras el pleno continuaba. Y, recuerdo también, el caso omiso de la señora alcaldesa a las solicitudes de algunos concejales que pedían se suspendiera el pleno mientras todo aquello terminaba. No hubo clemencia. La señora no cedió.

El juicio y las penas que solicitan para Txomin, no son de recibo. No son de recibo cuando existen en España ayuntamientos, que no voy a citar aquí porque están en la mente de todos, en los que en todos los plenos municipales se violan las leyes y se ofende, de palabra, obra o por escrito, a España, a sus máximos representantes y a sus instituciones. Ayuntamientos donde todos los plenos se producen, por parte de algunos de sus ediles, los más despreciables ataques a las libertades, a la democracia y a la convivencia, al más puro estilo mafioso.

Pero a esos ayuntamientos no va ni Garzón, ni Cristo a ver que es lo que está pasando y a tratar de poner en su sitio a quien corresponda. Lo que aquí puede costar muchos meses de cárcel, allí sale gratis.

Y, ¿saben ustedes por qué sale gratis? Pues se lo digo yo: Porque para ir allí y ponerse gallo como se han puesto con Txomin, hay que tener un par de cojones. Eso es muy bonito hacerlo en Asturias.

Querido Txomin, yo espero, y por supuesto lo deseo, que todo este lamentable tema quede, como decía un buen amigo mío que todo lo tergiversaba, en “borrajas de agua”. Eso sería lo normal. De lo contrario, una vez más la justicia de este país volvería a pisar mierda.

¡Contigo, campeón. Un abrazo!
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PD: Txomin Goñi es el presidente de Unión de Colectivos Asturianos y secretario de la Asociación de Vecinos y Amigos de Llanes.

1 comentario:

  1. Es cierto. Yo he llevado a los plenos insignias de la república, camisetas del Che Guevara, la bandera gay y muchas otros símbolos. En cuatro años no tuve ningún problema con los dos alcaldes que hubo ni con los miembros del PSOE o PP. Y además, he visto mil y una veces en televisión como en muchos ayuntamientos aparecen vecinos disconformes con las decisiones municipales portando pancartas o camisetas reivindicativas. Y nunca pasa nada. Es más, ni son desalojados. De hecho, cuando la Guerra de Irak, los actores acudieron al Parlamento con camisetas. Creo que los desalojaron, pero a nadie se le ocurrió ni tan siquiera intentar meterlos en la cárcel.

    Me despido sin más. Un fuerte abrazo. Cuídate

    Borja

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