miércoles, 17 de marzo de 2010

ETA MUERDE A LA GENDARMERIA FRANCESA


Un gendarme francés ha muerto ayer en un enfrentamiento con terroristas etarras. Lamentable, sin duda. Estas cosas nunca deberían ocurrir. Un gendarme francés es una persona como usted y como yo que hace su trabajo, cobra un sueldo por ello y tiene una familia. Es decir, como un policía nacional, o como un guardia civil español. La ETA, es una organización mafiosa y terrorista que mata a este tipo de gentes que los combaten, sólo que, hasta ayer, sus objetivos prioritarios eran estos profesionales españoles.

Los muertos, entre policías y guardias civiles españoles, se cuentan por cientos y ningún gendarme francés tiene la menor idea de lo que estas gentes han sufrido, sufren y sufrirán, merced a las actividades terroristas de una banda de asesinos que, hasta hace bien poco, ha tenido su refugio y su respaldo en su propio país.

Ellos –los gendarmes franceses- posiblemente no sean los culpables. Los culpables han sido, hasta ahora, sus gobernantes que han tratado a los asesinos con tolerancia y guante de seda. Nadie puede dudar ni ignorar que Francia ha sido, durante muchos años (y dudo que no lo sea ahora mismo) el “santuario” de estos asesinos y que sus detenciones era “moneda de cambio” político entre las dos naciones.

Es posible, también, que una nación como Francia no se sintiera obligada a una lucha en la que algunos de los gobiernos españoles se bajaban los pantalones, vergonzosamente, ante las exigencias de los propios terroristas. Es de comprender, en cierto modo.

Ayer, la gendarmería francesa ha podido sentir en propia carne el mordisco de la “9 mm parabellum” en uno de sus miembros y se rasga las vestiduras. El gobierno de España y los partidos políticos de espectro nacional, lamentan el hecho como si fuese algo nuevo, algo monstruoso (que lo es) y nunca visto. Esto está muy visto, por desgracia, y en este “partido”, le ganamos a Francia cientos a uno…

Nadie se acuerda hoy de las humillaciones francesas sufridas por el Estado español en el proceso de esta lucha antiterrorista. Nadie ha tenido los perendengues de recordar al Estado francés, a la vez que le mostraba sus condolencias, que el que juega con fuego acaba por quemarse.

A Zapatero no le faltaba esta mañana más que llorar. De comediante tiene mucho. De gobernante, tristemente, muy poco…

Yo también, como no, lamento profundamente la muerte del gendarme francés. Porque era un hombre como usted y como yo. Cobraría un mísero sueldo por su trabajo siempre peligroso (con ETA y sin ETA). Porque tendría una familia que ahora le va a echar mucho de menos y porque, seguro, el no era el culpable de nada. Y aquí lo dejo. No quiero seguir…..

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