viernes, 28 de mayo de 2010

LOS QUE NO PIENSAN EN ESPAÑA


Decía un buen amigo mío, mexicano, que “desde que se inventaron las disculpas se acabaron los pendejos”. Gran verdad ésta.

Ayer, el gobierno socialista de España se quedaba más solo que la una. Tan solo que sacó adelante su magno proyecto de recortes, “el tijeretazo”, por un solo voto (169-168). Nadie, pero nadie, salvo su propio grupo, les dio un apoyo. Los catalanes, con su peculiar sutileza, se abstuvieron, y ello salvó a este impresentable gobierno que sufrimos de la más absoluta debacle. Pero siempre le quedan recursos a quienes apoyan el desastre, es decir, disculpas.

Cuando no existen argumentos políticos; cuando el gastado e inútil discurso está agotado, siempre queda el fácil recurso de acudir al sagrado nombre de España. Por eso, para el gobierno socialista y para algunos “jerifaltillos” de las taifas, todo este problema es consecuencia de que el Partido Popular no piensa en España. Sólo piensa en ganar las elecciones y no le importa que España se hunda.

No sé si será necesario recordar (yo creo que sí) que, desde hace ya cuatro o cinco años, el Partido Popular vine avisando de los problemas que en España se avecinaban y reclamando al Gobierno determinadas medidas en el orden económico y social que “ZP” y los que le secundan (únicos culpables de la actual situación de desastre) siempre se negaron a adoptar, de la misma manera que se negaron a ver la evidencia. Pero no conformes con eso, achacaba al PP una falta sangrante de patriotismo y una ambición desmedida de poder que les llevaba a la irresponsabilidad de crear en España una alarma social que sólo tenía como objetivo desbancar al gobierno socialista. El tiempo vino a dar la razón al PP.

Bien es cierto que la crisis que se vive en la actualidad no es exclusiva de España, pero también es cierto que los países con gobiernos más serios y más conscientes de su deber, ya hace tiempo que comenzaron a tomar medidas. Cuando lo hacían, el fenómeno que tenemos aquí de presidente, apoyado y palmeado por todo un gobierno de incapaces e irresponsables, seguía llamando a Mariano Rajoy antipatriota y a los que compartían sus criterios y sus denuncias, como yo mismo, poco menos que terroristas de la opinión pública.

Quien de verdad, en aquellos momentos, sólo pensaba en resultados electorales era el propio PSOE, partido que sustenta al Gobierno. El negar toda evidencia y dar la espalada a la realidad, le supuso triunfar en los últimos comicios electorales. Regaló al pueblo español lo que quería escuchar, haciendo gala de una de las mayores irresponsabilidades históricas que en España se registran. Siguió un tiempo viviendo en una nube y regalando el oído de un pueblo que ahora comienza a despertar a la cruda realidad y, por fin, no ha tenido más remedio que posar los pies en el suelo y adoptar una serie de medidas, precipitadas, antisociales y descabelladas, que ningún otro grupo político con representación en las Cámaras, ha podido apoyar.

Pero la culpa es del Partido Popular. La culpa es del partido que lleva años advirtiendo que viene el lobo, La culpa es de unos antipatriotas que sólo piensan en las próximas elecciones y para los que España no cuenta.

Ese es el argumento del que ya no tiene argumentos. Esa es la vergüenza de quienes ya no tienen vergüenza. Las medidas propuestas ayer en el Congreso de los Diputados, son las medidas apresuradas de quienes no son capaces de adoptar medidas, porque no saben.

La sutileza catalana (no quiero calificar de otra forma la postura de CiU) ha propiciado que el Gobierno socialista (contra las cuerdas) siga aún respirando, pero a los que nos va constar más respirar, a medida que pasen los días, va a ser a los españoles.

Del Gobierno de España poco se puede esperar. El discurso y las ideas están agotadas. Zapatero, KO. Pero aún tiene palmeros y sinvergüenzas a su alrededor que son los que le agitan la tolla. Es como los gallos de pelea: si les soplas directamente en el pico, aún reviven….

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