Yo no tengo un concepto muy claro de lo que es hacer “periodismo ciudadano”. Sin embargo es algo que, sin tenerlo identificado (solamente a mi entender) siempre me atrajo. Quizá sea porque el “periodismo” fue la carrera que a mi siempre me hubiese gustado y no pude realizar. Yo creo que esa es la razón fundamental, para mí. Entonces, aquí se me plantean dos cuestiones: ¿Yo hago "periodismo ciudadano" por afición, o por venganza? La verdad es que, para mí, la venganza sobra en esta vida, aunque tenga “mala leche” y algunos puedan interpretar mis salidas de tono como tales venganzas. La venganza, estoy absolutamente convencido, da una satisfacción pasajera, pero nunca te llena de nada, sólo de miseria y de frustración.
Sin embargo, hoy tenemos grandes oportunidades de desarrollar estas aficiones nuestras (sin carné, y las más de las veces sin mayor atención por parte de nadie...) a través de esto que se ha venido a llamar “periodismo ciudadano”.
¿El “periodismo ciudadano”, es un tipo de periodismo de opinión, de simple reporterismo (en todos sus ámbitos), o de sucesos…? Yo creo que puede haber de todo, porque las páginas que nos acogen (fundamentalmente digitales) nos ofrecen la inmediatez y la oportunidad. En este “mundillo” existimos toda clase de especímenes, hasta los “enterados”. Estos no podían faltar en este espacio de tan enormes posibilidades.
Yo soy un enamorado del periodismo ciudadano. Y, además, estoy convencido de que es el futuro inmediato del periodismo genuino. La “prensa”, el perodismo, se acaba, víctima de sus propios excesos. Es una pena. Algo que se desarrolló en el pasado siglo XIX y que tuvo tantos ejemplos profesionales, dignos de aparecer en las más ilustres nóminas de redactores, articulistas o, simplemente, colaboradores de cierta élite, se acabó. Para mí, el periodismo se acabó con Paco Umbral. Los demás (y quiero apartar a Antonio Burgos) son, simplemente, buenos escritores, pero no periodistas……
¿Cuál es el filo entre un buen periodista y un buen escritor? Eso tendrá que decírmelo alguien más cualificado que yo. Pero la diferencia es mucha, eso yo lo sé. Mucha. Es una diferencia como la existente entre un buen torero y un buen “banderillero”. Los dos son artistas, pero uno sólo estoquea, el otro, simplemente, marea a la res. Pero hay arte en las dos faenas.
Entre el escritor, por naturaleza, y entre el periodista, también hay arte, mucho arte, pero, como en los “toros” hay que saber distinguirlo.
Un periodista ciudadano es como aquel espontáneo que, una tarde, desesperado, porque nadie le reconoce el “arte” que cree que lleva dentro, se lanza a la plaza y pone el pecho a favor del toro con la sola defensa de su chaqueta (si es que tiene chaqueta) auque se lo parta en cachos…
A este periodista “ciudadano” le pasa lo mismo. Torea a “chaqueta”. Le pueden romper el pecho. Le darán cornadas por todos sitios. Pero tiene unos perendengues que no se los va a romper nadie.
No se los va romper nadie, porque se los guardan su honradez. Su sinceridad. Y, si me apuran, hasta su inocencia.
Lo “periodistas ciudadanos” somos así. Llámenos como quieran. Pero “tiempo al tiempo”. ¡¡Ya veremos quien es el torero que merece la pena estar mañana en “Las Ventas."
miércoles, 24 de junio de 2009
PERIODISMO CIUDADANO
Pues ¿que quieres que te diga, ¡macho!....? ¡Pasaron......
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